sábado, 16 de julio de 2011

Lámparas de bajo consumo y calentamiento global



Greenpeace está impulsando la eliminación total de las bombitas incandescentes del mercado para el 2010. Con el ahorro energético se disminuirá la cantidad de dióxido de carbono, principal responsable del calentamiento global.
Con esto se trata de evitar las trágicas consecuencias que puede tener el aumento de temperatura en la tierra.
En la Argentina se consume en iluminación entre un 20 y un 35% del total de la energía eléctrica que se utiliza en el sector residencial, comercial y público. El ahorro de energía con el reemplazo a las lámparas de bajo consumo sería un paso fundamental para detener el Cambio Climático.
En argentina más del 80% de la energía producida proviene de la quema de estos combustibles fósiles. Su combustión genera grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) que se liberan a la atmósfera. Y el CO2 es el principal responsable del calentamiento global y el cambio climático.
Existe un consenso en la comunidad científica que si la temperatura global aumenta más de dos grados las consecuencias del cambio climático serían devastadoras.
            La Eficiencia Energética debe considerarse como política a largo plazo en la Argentina. La prohibición de las bombitas incandescentes es el primer paso. El ahorro que producirá podrá evitar la construcción de varias centrales eléctricas, como recursos no renovables y disminuir la emisión de gases de efecto invernadero.

Greenpeace celebra la prohibición de las lámparas incandescentes

El Senado Nacional aprobó esta noche la Ley de Prohibición de Lámparas Incandescentes a partir de diciembre de 2010 reclamada por Greenpeace desde principios de este año. El proyecto aprobado se basó en las propuestas de la organización ambientalista en el marco de su campaña de Eficiencia Energética. 
La Cámara de Senadores aprobó esta noche la ley que prohíbe la importación y comercialización de lámparas incandescentes a partir de diciembre de 2010. La medida fue exigida por Greenpeace en el marco de la crisis energética que atraviesa el país y como primer paso para combatir el Cambio Climático dentro del marco de un programa racional de uso de la energía.
Greenpeace comenzó a promover la adopción de una medida de esta naturaleza a inicios de 2008. El proyecto de ley presentado por el Poder Ejecutivo Nacional, había ingresado en el mes de marzo en el Congreso, fue aprobado por diputados y girado al Senado en el mes de junio.
"Celebramos la aprobación de la Ley ya que se enmarca dentro de las estrategias de Eficiencia Energética promovidas por Greenpeace, como un primer paso en lo que debe ser un plan más ambicioso de Eficiencia Energética", señaló Rosario Espina, coordinadora de la campaña contra el Cambio Climático de Greenpeace.
La Ley tiene como objetivo la sustitución, en el uso residencial, de las lámparas incandescentes (bombitas) por lámparas fluorescentes compactas (de bajo consumo), para la reducción del consumo energético y el aprovechamiento racional de la energía dentro del marco de las restricciones existentes en el suministro energético.

De la misma manera la norma constituye lo que debería ser un primer paso concreto y certero en la mitigación del Cambio Climático y como medida inicial en el manejo responsable de recursos en la generación de energía. "Es imprescindible encarar cuanto antes un plan de consumo racional de la energía dentro de lo que debe ser una política seria de eficiencia energética.
Este proyecto constituye una renovación tecnológica imprescindible para avanzar en esa dirección. Debemos tener en cuenta, además, que cuando hablamos de recursos naturales, de fuentes de energía y de cambio climático los tiempos siempre son perentorios", señaló Juan Carlos Villalonga, director Político de Greenpeace.
Según los cálculos realizados por la organización ambientalista el ahorro anual con un fuerte programa de reemplazo de luminarias en el sector residencial puede ser de 4.200 GWh, casi el doble de los que produce la Central Atómica Atucha I.



sábado, 9 de julio de 2011

Película: "El día despues de mañana"



La investigación de Hall indica que el calentamiento global podría provocar un cambio abrupto y catastrófico en el clima del planeta. Los extractos glaciales que ha perforado en la Antártida revelan que un fenómeno de esta índole sucedió antes, diez mil años atrás. Y ahora, está alertando a las autoridades de que podría volver a suceder si no actúan con destreza. Pero su advertencia llega demasiado tarde. Todo comienza cuando Hall ve cómo se desprende de la Capa de Hielo de la Antártida un pedazo del tamaño de Rhode Island. Después, una serie de graves eventos climatológicos comienzan a suceder alrededor de la Tierra: granizos del tamaño de un pomelo sacuden Tokio, huracanes cuyos vientos rompen récords azotan Hawaii, una nevada cae en Nueva Delhi, y después, una serie de tornados deja devastado a Los Ángeles. El calentamiento global ha llevado al planeta más allá de sus extremos y lo ha colocado en vísperas de una nueva Era de Hielo. Y todo sucederá durante una mega tormenta global.
Mientras Jack previene a la Casa Blanca del inminente cambio climático, su hijo de 17 años, Sam (Jake Gyllenhaal) y tres amigos más incluyendo su interes romántico Laura (Emmy Rossum), se encuentran atrapados en la ciudad de Nueva York. Unos días más tarde, el agua de un mega tsunami que azotó a Nueva York se congela y todo queda tapado por una gran capa de hielo. Los habitantes emigran a México. Jack se dirige a la ciudad de Nueva York para salvar a Sam. Pero ni siquiera Jack está preparado para lo que está a punto de pasarle a él, a su hijo y a su planeta.
Esta película tiene un pretendido carácter de concientización sobre los peligros del calentamiento global provocados por el hombre y los efectos que sucederian sobre el ser humano en el planeta.

El calentamiento global

Mitos. Las escenas de la película nos muestran fenómenos climáticos que congelan el hemisferio norte del planeta en unas cuantas horas o huracanes simultáneos que destruyen ciudad enteras. Ningún estudio científico afirma que el cambio climático sucederá con esta rapidez.
Realidad. La amenaza del cambio climático no es una hipótesis científica de moda, es un hecho; miles de científicos señalan que las consecuencias del cambio climático son: aumento del nivel del mar, sequías, inundaciones, huracanes y en general fenómenos meteorológicos más recurrentes y más severos.
Muertes. Las muertes provocadas por el cambio climático, según el estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud, ya ascienden a 160 mil personas al año y se estima que esa cifra se incrementará en forma dramática. La mayor parte de las muertes se producen en las regiones más vulnerables: América Latina, África y Asia. Debemos tener en cuenta que la situación geográfica de México nos confiere una especial fragilidad ante los impactos del cambio climático, sobre todo en cuanto a olas de calor, sequías más largas y fenómenos meteorológicos extremos. Los escenarios del cambio climático para México son alarmantes debido a las alteraciones climáticas y a la gran vulnerabilidad social y económica del país.
Desastres. La gente que vive en zonas de riesgo, en viviendas precarias, en áreas con escasez de agua, con problemas de contaminación o que cultiva tierras de temporal, que carece de alimento, asistencia en salud y servicios, es decir gran parte de la población mexicana, sufre en mayor grado los efectos y alteraciones climáticas. De acuerdo con el World Disasters Report de la Cruz Roja y la Red Crescent Societies, los impactos del cambio climático no podrán ser atendidos por la ayuda internacional ni serán capaces de responder a las demandas de los países más afectados en América Latina, África y Asia.
Causas. Las emisiones de dióxido de carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero, ocasionan el cambio climático global. El CO2 proviene en su mayoría del uso de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) que utiliza el transporte y la generación de electricidad. Para detener el cambio climático la humanidad requiere de una respuesta global, acordada entre gobiernos, para salvar el delicado equilibrio del planeta y darle prioridad por encima de los grandes intereses de transnacionales automotrices, petroleras y demás industrias adictas al carbón, el petróleo y el gas.
Datos vs ficción. Los siguientes datos podrán no ser tan impresionantes como una película, sin embargo el equilibrio ecológico es tan sensible que pequeños cambios, provocan consecuencias desastrosas. Por ejemplo, la mayor parte del calentamiento en los últimos 50 años es atribuible a actividades humanas; la década de los noventa ha sido la más calurosa; en 1998 se registró la temperatura más alta desde el año en que se comenzó a realizar un registro: 1861. Por otra parte en el último siglo el nivel del mar aumentó entre 10 cm y 20 cm. De hecho el cambio climático es considerado un arma de destrucción masiva e incluso un problema más grave que el terrorismo. 



La película El día después de mañana nos muestra desastres provocados por el cambio climático. Millones de personas verán la película y se preguntarán: ¿Qué tan real es este problema? Por desgracia es real y no podemos perder más tiempo para hacerle frente.

sábado, 2 de julio de 2011

Pronostican un colapso de los ecosistemas marinos en 10 años



Crisis biológica en los océanos. Es una catástrofe que no ocurre desde hace por lo menos 55 millones de años.

 Calentamiento global. Es el responsable del aumento del nivel del mar y provocará que algunas zonas costeras de islas (como las Maldivas) desaparezcan.


La gravedad del diagnóstico es tal que resulta difícil imaginar los pormenores. Según una comisión integrada por alrededor de 30 especialistas, reunidos en la universidad de Oxford (Reino Unido) en un coloquio interdisciplinario, la magnitud de los cambios radicales que –como resultado de las actividades del hombre– afectan los oceános es inédita. No ocurría desde hace al menos 55 millones de años.
Las conclusiones de ese encuentro, organizado por iniciativa de dos organismos no gubernamentales –la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el International Programme on the State of the Ocean (IPSO)–, fueron difundidas esta semana. Serán objeto de un informe con recomendaciones, que será comunicado próximamente a las Naciones Unidas.
 
El objetivo del informe –cuya totalidad aún no se hizo público– es sintetizar trabajos recientes sobre cuestiones tan diversas como cambios en los parámetros químicos del océano, impacto de la contaminación local o global, pesca excesiva y aumento de la temperatura en las aguas de superficie.
Esta síntesis inédita ofrece una suerte de fotografía global sobre el estado de los mares del mundo, tildada como “grosera” por Alex Rogers, director científico de IPSO y profesor de Biología de la Conservación en la Universidad de Oxford.
Si las tendencias actuales se mantienen, es probable que entre 2020 y 2050 haya un desmoronamiento de ecosistemas marinos en gran escala , según los autores.
En especial, las aguas de la superficie del océano absorben una parte importante de las emisiones antrópicas de dióxido de carbono (CO2), que lleva a su acidificación. Esta se produce a una velocidad jamás registrada desde el máximo térmico del Paleoceno/Eoceno, que hace 55 a 56 millones de años registró una extinción masiva. Los miembros de la comisión aseguran que hay un “trío mortal”, bien conocido, que actúa en los océanos de nuestro planeta. Extensión de las zonas anóxicas (privadas de oxígeno, por efecto muchas veces de los efluentes agrícolas), suba de la temperatura y aumento de la acidez de los océanos.

Este trío que marca la situación actual es análogo al que prevaleció durante la mayoría de los cinco grandes crisis biológicas precedentes , ocurridas durante las eras geológicas. Pero los efectos son más rápidos. Los investigadores notan también que, en 1998, un hecho único de blanqueamiento de los corales –relacionado al parecer en forma parcial con una fuerte anomalía en las temperaturas– condujo a una destrucción del 16 por ciento de los corales tropicales mundiales. Estos son un reservorio crucial de la biodiversidad marina. 

En la actual situación, las grandes modificaciones físicoquímicas de los océanos se ven agravadas por el hecho que la resiliencia de los ecosistemas marinos está alterada por la pesca excesiva y la contaminación global de los mares . La pesca redujo de hecho un 90 por ciento determinadas reservas de peces, mientras que, a nivel mundial, el 63 por ciento de las reservas se encuentran sobreexplotadas o reducidas gravemente .
En cuanto a la contaminación, los nuevos estudios muestran que sin duda alguna los plásticos y los retardadores químicos de llamas se instalaron firmemente hasta en las zonas polares, en donde los biólogos los encuentran en los órganos de los animales de estas regiones, alejadas de todos modos de toda actividad industrial.
El informe adelanta algunas recomendaciones clave: reducción de las emisiones de dióxido de carbono, reducción de muestras de los peces más frágiles, reglamentación de las actividades en alta mar y reducción del vertido en los océanos de residuos químicos.